Hijos de la tierra

Marta Balbi: "Hijos de la Tierra"


Sobre el lecho de la tierra, en favor de aquellos que saben respetar y hacerse respetar y de aquellas que saben respetar y hacerse respetar, el Universo Inteligente se apresta a hacer terrestre el bello saber, dándoles de su sabiduría.

Si ellos se esfuerzan por ser perfectos y alcanzar el estado de plenitud acabada, entonces la Naturaleza hará para ellos maravillas:

Los refrescará del calor,
Los cubrirá de fresca bruma,
Les dará calor en invierno,
Les facilitará llevar grandes piedras a la cima,
Regará sus sembradíos con agua de los nevados derretida,
Colmará el bosque de árboles y a éstos de frutos;
Otorgará a los frutos las propiedades más exquisitas.
Anclará de tanto en tanto una ballena en la playa para asegurarles el sustento;
Los árboles liberarán sus brazos secos para alimentar los fogones
Los animales se reproducirán, prosperarán las manadas y serán millones de individuos; ellos darán su lana fina para que la gente se cubra
Las plantas fibrosas darán sus hilos, las de tubérculos sus papas, las de espiga su mies, las de juncos sus haces, y hasta la tierra se doblegará bajo la caricia de las manos mágicas del ceramista.

Pero –como condición- tendrán que ser atentos y saber escuchar la música que se desprende de las cosas, y ser capaces de reproducirla con ardor, con entusiasmo, con pasión. Y responderle al cerro, cuando habla
Y responderle al río
Y también al redoble de los cascos quebrantando la llanura

Para ser de los favorecidos; de los que lleguen a tocar la felicidad más absoluta.

Resonó el cuerno y los numerosos destinatarios del buen vivir se irguieron sobre la tierra.

Ahora el próximo que demuestre interés será el elegido