domingo, 22 de noviembre de 2009

Sentir de los hermanos del Sur de México

En su mayoría, mayas.
Bajo los cielos de América Latina -esa que duele del Bravo a la Patagonia-, los que se apoderaron del Poder nos ponen en las manos un puñito de polvo y nos dicen:

"Esto es lo que queda de tu patria".

Y hoy, esos mismos, los invasores, nos muestran las imágenes de la geografía que han impuesto en parte de nuestros suelos:

Donde había una bandera, hoy hay un centro comercial.
Donde había una historia, hoy hay un puesto de comida rápida.
Donde florecía el copihue, hoy hay un páramo.
Donde había memoria, hoy hay olvido.
En lugar de justicia, limosna.
En lugar de Patria, un montón de escombros.
En lugar de memoria, inmediatez.
En lugar de libertad, una tumba.
En lugar de democracia, un spot publicitario.
En lugar de realidades, cifras.
Ellos, los de arriba, nos dicen: "Éste es el futuro que te prometimos, disfrútalo".
Eso nos dicen y mienten.
Este futuro se parece demasiado al pasado.
Y, si miramos con atención, tal vez veamos que ellos, los de arriba, son los mismos de ayer. Los que, igual que ayer, hoy nos piden paciencia, madurez, sensatez, resignación, rendición.

Subcomandante Insurgente Marcos. Chiapas. México, Octubre del 2009

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